domingo, 18 de abril de 2010

CIUDAD DE BELICE Y REGRESO A GUATEMALA

Ahi vamos con el último capítulo demi fin de semana en Belize...


El domingo tomé la lancha de regreso a Ciudad de Belice a las 9:30. Tras casi dos horas de trayecto llegué a Ciudad de Belice y, como tenía tiempo de sobra para tomar el avión, me dí una vuelta por la ciudad. El tono era muy parecido al de San Pedro, pero un poco mas grande y con toques mas ingleses en cuanto a la arquitectura de los edificios se refiere.








En realidad no me gustó mucho por dos cosas: no había mucho que ver (y la oficina del turista estaba cerrada) y las calles estaban llenas de borrachos intentando sacar un par de dólares a los turistas. Asique tras un breve paseo decidí irme al aeropuerto y esperar allí.


La espera fue buena, aunque fui con mucho tiempo de sobra (después de un trayecto en taxi con un taxista que estaba algo chiflado pero que le puso alegría y humor a la mañana… en inglés claro está). A lo que iba. Una vez en el aeropuerto me dediqué a esperar mi vuelo, curiosear por las tiendas del dutty free (que mas bien parecían tiendas de souvenirs) y a observar a la gente.


Yo ya sabía que la compañía con la que viaja no fletaba aviones, sino avionetas. Pero pensaba que serían como las que estaba viendo despegar, es decir, de unas 8 o 10 personas. Mi sorpresa llegó cuando una azafata de la compañía vinoa buscarme al asiento de la zona de embarque donde estaba sentado y me dijo que la siguiera. Me guió hasta la vioneta y cuanda la vi… flipé.


Era rechiquita. Solo cabían el piloto (y un copiloto que no había) y dos pasajeros. Cuando subí el piloto dijo: allá vamos. Y yo pregunté que si era el único pasajero y me contestó que si. Jajajajaja. Yo flipaba. Un vuelo privado como las grandes estrellas del metal. Un avión fletado única y exclusivamente por y para mi. ¡Eso es calidad!











Aunque las ventanas no estaban mas limpias que el objetivo de mi cámara, la altura no muy alta del vuelo me permitió disfrutar del paisaje que sobrevolamos. Grandes extensiones de selva, en algunos casos interrumpidas por grandes ríos, y zonas en las que en época de lluvias deberían ser un hervidero ornitológico.











También pude ver la influencia humana sobre el bosque tropical: deforestación para la implantación de la agricultura.


Tras aproximadamente una hora de vuelo, y después de ver el lago Petén desde el aire, llegué al aeropuerto de Flores.











Una mujer del aeropuerto salió a recibirme y me acompañó hasta la aduana. Una vez pasado el tramite y con mi permiso de permanencia en Guatemala para otras 90 días mas, tomé el micro en Santa Elena y en menos de una hora estaba en San Andrés. Llegué y pase a saludar a Mateo e Inoky para decirles que estab vivo y contarles mis aventuras, tras lo cual llegue a mi habitación guatemalteca y empecé a escribir los post para el blog :-)


Seguiremos informando.

3 comentarios:

  1. Ostia que guapo!!
    Siempre he querido montarme en una de esas avionetas que son las típicas que salen en las pelis sobrevolando África!!

    Ana

    ResponderEliminar
  2. Sr. licenciado, madre mía que maravilla de viaje ¡¡¡¡,
    como dice Ana parece que estabas rodando una peli .
    Le he enseñado a Sergio la foto de los tiburones y cuando le he leido lo que contabas no se lo podia creer.
    besos

    ResponderEliminar
  3. Eso es categoría!!!.
    Las abuelas portadas de periódicos y los primos en aviones privados.....Vaya tela!!!.

    ResponderEliminar