BAILANDO CON TIBURONES

Tras el pertinente descanso y recuperación de fuerzas en tierra después de la primera inmersión, volvimos a la lancha con más ganas que antes para realizar nuestra segunda inmersión sin saber qué era exactamente lo que nos esperaba.


Nada mas sumergirme, pude comprobar que el ambiente era idéntico al de la primera inmersión. Corales y más corales, grandes esponjas de vivos colores y prácticamente las mismas especies de peces. Solo que en esta inmersión pude observar como un pez limpiador desparasitaba las branquias de un pez cirujano a escasos centímetros de mis ojos.


Esta vez, pude ver desde arriba como los corales formaban desfiladeros de varios metros de profundidad por donde surcaban peces de varias especies y asomaban esponjas, corales y morenas.


Tras unos 20 minutos de inmersión llegamos a un pequeño ensanchamiento en medio de esos desfiladeros que formaban los corales. Esa pequeña llanura de arena rodeada de corales estaba llena de tiburones gato. Fue entonces cuando el instructor sacó unos trozos de pescado y los tiburones empezaros a nadar alrededor nuestra. ¡Hubo un momento que había más tiburones que buceadores éramos! Estaban a nuestro lado, encima y debajo de nosotros, casi no podías moverte sin tocarles y, de hecho, pudimos tocarlos tranquilamente mientras estaban a nuestro alrededor. Pudimos tocar esa piel áspera, similar a la lija, que tiene, como si acariciáramos a un gato.


En una de estas en las que uno de los instructores estaba a mi lado, empezó a acariciar a una tiburona y se posó en sus brazos. Casi sin darme cuenta, el me miró y me hizo un pequeño y, sin aún saber muy bien porque, extendí mis brazos para ponerlos paralelos al suelo y la tiburona que tenía el instructor entre sus brazos, se tumbó en los míos. Fueron tan solo unos pocos segundos, pero fueron unos segundos en los que estuve bailando con una tiburonaaaaaaaaaaaaa. Aún no salgo de mi asombro. Cierto es que están muy acostumbrados a la presencia de persona, y que mucha gente habrá vivido esa experiencia, pero para mí, como es lógico, ha sido única.


Aunque esta foto corresponde a la tarde del sabado, la pongo para que veaís cuales fueron los tiburones con los platiqué durante aquella mañana... jejejeje.





Seguiremos informando.