PARQUE NACIONAL MIRADOR RIO AZUL

Lamentablemente ni las fuerzas ni el tiempo me permiten poner más que cuatro palabras sobre el viaje. Ya hablaremos en persona sobre más vicisitudes del mismo viendo las fotos, pero si quiero decir alguna cosa para no dejaros en vilo.


Lo primero es que ya estamos de regreso sanos y salvo a pesar de que vengo medio cojo del viaje por una, creo que, tendinitis en la rodilla izquierda (ahora todos somos médicos jajajaja).


Lo segundo es que todos los patojos se han portado muy bien y no ha habido ningún percance. Además, el tiempo nos ha sido favorable y hemos tenido la suerte de que no ha llovido ningún día.


Lo tercero: que el viaje ha sido increíble… Hemos dormido a la orilla de dos ciudades mayas, hemos visto sus amaneceres y sus anocheceres e intentado descubrir que nos contaban sus estrellas desde la cima de sus pirámides. Hemos sido guiados por monos araña y aulladores; visitados por pájaros carpinteros reales, loros, cotorras, tucanes y halcones; iluminados por la noche por miles de luciérnagas y recorrido unos 150 kilómetros atravesando una zona de selva subtropical que en su día fue dominada por los mayas.


Creo que con esto último pueden hacerse una idea de cómo puedo sentirme en estos momentos: aturdido, anonadado e inmensamente satisfecho por haber tenido la suerte de realizar dicha aventura. Y, por supuesto, muy cansado y también estresado ya que durante estos días hemos hablado de mi despedida…


Seguiremos informando.