OTRA VEZ DE REGRESO

De nuevo de regreso a mi vida sanandresina y, como en cada viaje, todo parece un sueño del que es difícil despertar que mas que realidad parece pertenecer a un mundo paralela que nunca sabremos si fue verdaderamente real. Las cosas pasan tan deprisa y con tanta tan intensa que creo que nunca seré consciente de todo lo que estoy viviendo.


Hoy la vuelta a las clases no ha costado tanto porque ya estoy acostumbrado, lo único que se hace duro estar más de 8 horas en el autobús (de 9 p.m a 5:30 a.m. mas o menos) y según llegas a casa, darte una ducha, desayunar e ir a dar clases. Afortunadamente ayer el autobús iba prácticamente vacío y pude hacerme un fuerte en la última fila de asientos y tumbarme. Conseguí dormir más que la otra vez y eso lo he notado hoy en clase. Eso si, con el calor que hace, el cansancio y el sueño acumulado, la siesta ha sido larga. Me echo a dormir y me siento preso del sueño porque soy incapaz de levantarme y abrir los ojos. Había que corregir exámenes, asique una coca-cola y al toro.


Otro día contaré como fue el viaje y pondré fotos. Hoy no me ha dado tiempo. Mientras tanto os dejo con otro capítulo del viaje de Semana Santa que tenía por ahí guardado (para calmar a los más impacientes).


Seguiré contando historias… ¡porque hay muchas que contar! Por eso…


Seguiremos informando